No ahondes en el dolor, respira con esperanza; mira a los cielos, agradece y adora a Dios. Sentirás algo muy especial dentro de tu interior.
La palabra de Dios dice: Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser fue ya; y Dios restaura lo que pasó (Eclesiastés 3:15). ¿Quiere decir que no asumiré el costo de mis acciones? En ninguna manera, lo que quiere decir es que no logras apaciguar tu pena si en lugar de asimilar lo que te está pasando, te dedicas a culparte sin ánimo de buscar una sanidad para la herida causada.
Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser fue ya; y Dios restaura lo que pasó *Eclesiastés 3:15.(RVR1960)
A menudo cometemos errores, pero debemos aprender a superarlos, y eso lo logramos entendiendo que no podemos modificar lo que pasó; por ello la expresión “Lo que fue, ya es” ¿Lo ves?, no lo podemos modificar, ni existe una especie de portal hacia el pasado que cambie aquellos momentos. Pero hay una opción poderosa y es la intervención de Dios, cuando el Señor nuestro Dios entra en escena, entonces ocurre algo sobrenatural, y realmente precioso, aquello que humanamente no tiene reversa; Dios lo restaura.
Deja que Dios entre en escena, en aquello que tanto te duele y te aseguro que vas a experimentar una restauración preciosa en tu vida, porque solo su amor, perdón, paciencia y misericordia; Nos conducen a un camino de sanidad, donde somos realmente transformados y aunque nos hayamos equivocado, podemos retomar el rumbo y llegar a puerto seguro.
Querido lector no ahondes en el doloroso recuerdo de algo irremediable, permite que Dios intervenga en aquel caos y así pueda restaurar tu presente y llenar de esperanza tu futuro.
*Reina-Valera 1960 (RVR1960)
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