Las etapas a su vez hacen parte del recorrido que sin duda todos pasamos; por ejemplo, la niñez, tan tierna y bella, la adolescencia con tantas revoluciones, luego llegan los años dorados de la juventud, que sin demorar se esfuman y llegan sin pensar los días de la inevitable vejez, todos ellos son etapas de la vida, tramos del camino que debes recorrer.
Algunas etapas parecen costar mucho más que otras, pero lo cierto es que todas son por igual importantes y Dios nos las regala para que en cada una de ellas disfrutemos sus dulces o ácidos sabores, su sol o también su lluvia, las noches o también los días. Pero muchas veces ocurre que sin darnos cuenta se fueron, y a su paso ¿Qué nos dejaron? Es allí dónde debemos reaccionar y hacer un serio compromiso. El salmista nos dejó una reflexión digna de tener presente:
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría
*Salmos 90:12 (RVR1960)
La Sabiduría nos ayuda para disfrutar al máximo cada etapa de la vida, porque jamás volverá a pasar, porque depende de cómo lo vivas, así trascenderá o se estancará. Será marcada de forma positiva o simplemente se perderá el tiempo. La tarea no es para nada fácil, pues a nosotros los seres humanos, nos cuesta disfrutar del presente por tener la mirada en lo por venir, y no es que sea malo pensar en lo por venir, pero debemos hacerlo sin dejar de lado que hay un presente por atender y vivir al máximo.
Los segundos y las horas juntamente con los años son un tesoro que no se guarda en un baúl simplemente, sino que enriquece nuestra existencia y nuestra alma, dependiendo de la forma como se invierta. Disfruta tus etapas, sácale provecho aún a los tramos más difíciles, porque estos desarrollan fortalezas que sin las pruebas no podrías evidenciar en ti. También atesora los bellos momentos vividos porque serán el grato recuerdo en días de ausencia.
Vivamos como aconseja la Biblia “Aprovechando bien el tiempo…“ Efesios 5:16, esto nos habla de disfrutar las etapas, de organizar nuestro tiempo de tal forma que cada cosa que hagamos pueda edificar nuestra vida y la de los que nos rodean. Recuerda con amor tu pasado, disfruta tu presente y planea tu futuro, pero lo más importante es que dejes todo en manos de Dios.
*Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Commentaires